Exposición: Videojuegos en línea.

Videojuegos… ¿a quién no le gustan? Hoy en día tienen una gran aceptación en nuestra sociedad, sobre todo por parte de los niños. Gracias a la exposición de mis compañeros, he aprendido un poco más sobre sus ventajas e inconvenientes, así como sobre su utilización como recurso educativo.

Por un lado me parece de gran importancia la dimensión socio-afectiva que llevan implícita, es decir, actualmente disponemos de videojuegos en los que se puede jugar de manera colaborativa con amigos u otras personas, de manera que fomentan la creación de lazos sociales y afectivos. Así por ejemplo, pasarte una determinada pantalla o nivel constituye un proyecto común en el cuál los niños han de trabajar colaborativamente si quieren superarlo, han de unirse unos con otros para conseguir unos determinados objetivos. Además de esto, los videojuegos abren puertas al mundo de la informática y desarrollan determinadas habilidades y destrezas: se crean lenguajes específicos (simbologías), aumenta la coordinación óculo-manual, ayudan a asimilar y retener información, construir y aplicar estrategias, mejoran los reflejos.

Por otro lado, los videojuegos también tienen su parte negativa, pueden llegar a ser adictivos, por ello se debe llevar un control tanto familiar como educativo de su utilización. Esta adicción puede conducir además a estrés, obesidad, dolores musculares y oculares, entre otros problemas.

En general, debo decir que el videojuego es una herramienta fantástica para llevarla a la escuela, y si no… ¿cómo se aprende mejor que jugando? El juego tiene un potencial enorme para aprender, además podemos utilizar la diversión y el entretenimiento que los videojuegos producen para fomentar valores como la sociabilización, debemos saber aprovechar el cambio de carácter individual a social que ha experimentado el videojuego, siempre controlando su uso para evitar los riesgos que puedan tener.